Música en preparación de la primavera
Comentario del mes a lo más destacado de la música. (gentileza Revista MENSAJE)
Fernando Berríos M.
Hemos pasado un otoño y un invierno fríos y lluviosos, como los de antaño. Y como el calentamiento global hace prever que, en contraste, tendremos un verano abrasador, la primavera vuelve a ser para nosotros un motivo de esperanza: una estación de transición, del despertar de la naturaleza, de renacimiento de las flores y de los follajes. Les recomiendo estos discos recientes, que nos pueden ayudar a esperar con ilusión una hermosa y tibia primavera.
HILDA LIZARAZU: HILDA CANTA CHARLY (2024)
Conocí la música de Charly García en 1978, a los 18 años de edad, por un cassette que alguien me prestó. Eso fue para mí un componente importante del inicio de una etapa de mi vida, en que experimenté otros grandes y definitorios descubrimientos. Lo que había en ese ajado cassette, eran temas de un dúo argentino llamado Sui Generis, que no conocía hasta entonces. Como dicen los mismos trasandinos, esa música «me voló la cabeza», me abrió a un mundo musical nuevo y fascinante. Pero ese dúo, lo supe después, se había disuelto a fines de 1975. Seguí escuchando y guitarreando sin cesar a Sui Generis, hasta que un par de años después llegó a mis manos otro cassette recopilatorio de música de Charly García, pero esta vez con otros grupos: La Máquina de Hacer Pájaros y Serú Girán. Había aquí una evidente evolución, un claro progreso en el lenguaje musical. El genio de García volvió a volarme la cabeza. La historia discográfica que siguió ya es conocida por todos, en especial por aquellos grandiosos discos suyos de la década de los ochenta.
Pero hablemos de Hilda Lizarazu. Esta oriunda de Córdoba es una cantante (y fotógrafa) que forma parte de la historia musical de Charly García, por su participación en la banda del artista («Los enfermeros») entre 1989 y 1995. A partir de entonces, ha seguido vinculada a él y ocasionalmente ha vuelto a participar en sus presentaciones, apoyándolo con su voz, en especial desde que Charly ya casi no puede cantar sus propias canciones. Hilda Lizarazu tiene las características básicas de una buena cantante, que explican el haber merecido la valoración de un grande de la música popular y del rock contemporáneos: tiene un timbre bellísimo, limpio, con un toque infantil que ha sabido mantener con el paso de los años. Es muy musical, muy afinada, con un «tremendo oído» (en jerga musical) y, sobre todo, trasunta una pasión a toda prueba por la música y el canto. Aquí podemos disfrutar de su interpretación de una buena selección de grandes canciones de Charly García. En todas ellas, es siempre correcta. En algunas, logra plasmar plenamente el espíritu de la composición; en otras, estructural y rítmicamente más complejas, como por ejemplo «La grasa de las capitales» (de Serú Girán), manifiesta comprensibles limitaciones, sin por ello malograr el intento. Es, pues, en general, un buen disco, bien producido. Pero lo que no dudo en calificar como simplemente excelente, es el show de presentación oficial del mismo, que se realizó a mediados de junio en el Teatro Coliseo de Buenos Aires, y que está en YouTube. No dejen de verlo: técnicamente impecable, musical y plásticamente bellísimo, creativo y, sobre todo, conmovedor. Un merecido homenaje a un artista, Charly García, que ha marcado con su talento un nuevo comienzo para la música en Latinoamérica y para el mundo.
PAT METHENY: MOONDIAL (2024)
Se ve que, cada tanto, Pat Metheny necesita de momentos de soledad con su guitarra acústica barítono de cuerdas de nylon, para expresarse y desplegar su genio interpretativo. Ya lo hizo en 2003 con One Quiet Night y en 2011 con What’s It All About. No podría dar una descripción técnica de lo que él hace en esta instancia, pero sí percibo una manera muy específica de tocar la guitarra. Como no está el acompañamiento de una banda, o al menos de otro instrumento de base, la ejecución del guitarrista busca abarcar tanto la melodía como la armonía en la que esta se desarrolla. Algo parecido a lo que, en plena pandemia, disfrutamos con el bellísimo disco de John Pizzarelli, Better Days Ahead (2021), con interpretaciones en guitarra sola de grandes composiciones, precisamente, de Pat Metheny. Aquí vemos a Metheny haciendo lo mismo, pero abarcando no solo composiciones suyas, sino también de otros. Destaco sus versiones de «You’re Everything», de Corea y Potter, y «Here, There and Everywhere» de Lennon y McCartney, por la profundidad y la emocionalidad que el guitarrista logra imprimir a su interpretación. En general, esta es la tónica del disco, seguramente concebido para brindar a los oyentes no solo un goce estético musical, sino también momentos propicios para una tan necesaria introspección, en medio de las vicisitudes de la vida.